Volviendo a los cómics, vamos a hacer un viaje en el tiempo hasta hace más de 20 años. A primeros de los 90, servidor seguía (mucho más que ahora) los campeonatos del mundo de motociclismo, con aquellas míticas carreras de 500 cc. entre Eddie Lawson, Wayne Rainey, Kevin Schwantz, etc.. o los duelos en 250 cc. entre John Kocinski y Carlos Cardús. A falta de internet, por aquel entonces uno se las arreglaba con las revistas. Y en una de las más vendidas ("Motociclismo"), siempre venía una página con las viñetas del "Joe Bar Team", un grupo de 4 "motards" franceses que se reunían en el bar que da nombre al equipo y al cómic. Por aquel entonces recortaba esa página de cada revista y las coleccionaba. Pero años después salió un tomo recopilatorio que sigue a la venta hoy en día por unos 12 euros.
Edición original: Joe Bar Team #1.
Año: 2004.
Guión: Christian Debarre.
Dibujo: Christian Debarre.
Edición: Cartoné 48 páginas a color.
Mi nota: 6,5/10.
En el recopilatorio no están todas las viñetas que aparecían en las revistas, pero en la red si pueden encontrarse recopiladas en PDF gracias al trabajo de gente que las escaneó en su día. Lo digo porque aunque existen varios recopilatorios más, lo realmente bueno son las aventuras de los 4 pilotos originales, que solo aparecen en el primero. El guión y el dibujo corren a cargo del francés Christian Debarre.
(A partir de aquí, SPOILERS)
En el bar de Joe se reunen amantes de las motos. Nuestros 4 protagonistas, cuyos nombres fueron adaptados para la ocasión, son Jack el Estripador (Guido Brasletti), Jon Cromwell (Jean Manchzeck), Too Fast Edi (Edouard Bracame) y Pepe Bayeta (Jean Raoul Ducable). Cada uno tenía una moto característica: Jack una Ducati, Jon una Norton, Edi una Honda y Pepe una Kawasaki, aunque con el tiempo algunos cambiarían de montura.
Las historias, de humor pero siempre dentro del contexto motero, están pensadas para durar una página, aunque algunas veces tenían continuidad. Los piques entre ellos, los problemas mecánicos, las multas, etc.. son los ingredientes más habituales. Yo era muy de Pepe Bayeta, que se caracterizaba por ser el piloto más competitivo, el único que llevaba casco integral (blanco con un embudo como logo y su prominente nariz asomando) y el que protagonizaba los que para mí son los mejores momentos del cómic (como el que ilustra estas lineas). Otro grande era Too Fast Edi, que casi siempre aportaba el contrapunto más cómico de todos.
En definitiva, es una lectura muy sencilla pero divertida. Especialmente recomendada para aquellos a quienes les guste el mundillo de las motos aunque no sea condición imprescindible para disfrutar del cómic.
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