En las últimas semanas ha empezado la temporada de series de TV en USA y entre unas y otras tenemos en marcha más de una decena de las que seguimos en mayor o menor medida en el blog. Bron/Broen, Castle, Gotham, The Big Bang, Agents of SHIELD, Arrow, The Flash, Modern Family, The Leftovers... y desde ayer la sexta temporada de "The Walking Dead" en AMC. En la última reseña de la serie comenté que en verano se estrenaba el spin off titulado "Fear the walking dead". Hoy vamos a hablar de ella.
Estreno: 23 de Agosto de 2015.
Creador: Dave Erickson y Robert Kirkman.
Actores: Cliff Curtis.
Kim Dickens.
Frank Dillane.
Alycia Debnam-Carey.
Mercedes Mason.
Ruben Blades.
Lorenzo James Henrie.
Duración: 6 capítulos de 60 minutos cada uno.
Género: Zombis, Thriller.
Mi nota: 4/10.
Todavía hace pocos días, el creador de los cómics Robert Kirkman declaró que su intención es seguir haciendo TWD hasta que se muera. También se confirmó que habrá otro spin-off ("Flight 462") de 16 capítulos que se emitirá vía web los Domingos.
(A partir de aquí, SPOILERS)
Ubicada en Los Angeles, se suponía que el punto fuerte de "Fear TWD" sería poder ver algo que en la serie original no vimos. Es decir, lo que ocurrió mienras Rick Grimes dormía en su cama del hospital: el origen del apocalipsis zombi.
Así, tenemos nuevos protagonistas: la familia Manawa-Clark. Travis Manawa (Cliff Curtis, "La Jungla 4.0" y "Sunshine") es un padre separado de su primera mujer que ahora vive con Madison Clark (Kim Dickens, "Friday Night Lights" y "Sons of Anarchy") y los hijos de esta. Cuando empiezan a aparecer los primeros casos de infección, y se producen disturbios en la ciudad, Travis se oculta en la peluquería de los Salazar, una familia latina que luego se unirá a ellos. Ya de vuelta en su barrio residencial, los militares parecen tener controlada la situación.
Decepción total. En tan solo 6 capítulos ha heredado los peores defectos de la serie matriz (aburrida, inverosímil y predecible) y ha sido incapaz de aprovechar el potencial que tenía para convertirse en algo distinto. Los guiones son de risa, con momentos que rozan la vergüenza ajena, hasta el punto de llegar a plantearse si los responsables se están choteando del espectador. El casting también tenía potencial, pero nuevamente desaprovechado al interpretar unos personajes, salvo contadas excepciones, planos. Mira que las últimas temporadas de TWD tienen el listón bajo, pero esta es aun peor.
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