En la madrugada del Lunes al Martes se emitió en USA el décimo y último capítulo de la segunda temporada de "Better call Saul", el spin-off de "Breaking Bad" emitido por la AMC.
Estreno: 15 de Febrero de 2016.
Creador: Vince Gilligan.
Actores: Bob Odenkirk.
Jonathan Banks.
Rhea Seehorn.
Patrick Fabian.
Michael Mando.
Michael McKean.
Duración: 45 minutos / capítulo.
10 capítulos / temporada.
Género: Crimen / Drama / Comedia.
Mi nota: 8,2/10.
Creada por Vince Gilligan junto a Peter Gould (director y guionista de varios capítulos de "Breaking Bad") , nos cuenta la historia de Jimmy McGill unos años antes de ser conocido como Saul Goodman. Ya está confirmada una tercera temporada de la serie.
(A partir de aquí, SPOILERS)
Cuando parecía que la transformación de Jim (Bob Odenkirk) en Saul había comenzado al final de la anterior temporada, nos encontramos con todo lo contrario. La segunda empieza con Jim trabajando como abogado en un buen bufete, teniendo una relación seria con Kim (Rhea Seehorn) y lejos de ser un canalla.
Pero la verdadera naturaleza de cada uno termina saliendo a relucir y la tendencia de Jimmy a tomar atajos le cuesta el puesto de trabajo, no sin antes dejarnos unas cuantas situaciones cómicas para recordar. Es ahí cuando decide trabajar por su cuenta y le ofrece a Kim compartir gastos si deja el bufete de su hermano Chuck (Michael McKean) y Howard Hamlin (Patrick Fabian). Entre tanto, gana protagonismo la trama paralela de Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks), que con tal de dar a su nieta una buena vida, acaba haciendo trabajos sucios y se las verá con el clan de los Salamanca (aparte de "Tuco" en esta segunda temporada volvemos a ver al patriarca Héctor y a los primos).
A pesar del imperdonable hecho de que sigue sin aparecer Huell, esta nueva temporada es incluso mejor que la primera. Básicamente porque tiene más presencia Mike, pero también porque la trama sobre la compleja relación entre los hermanos McGill es una gozada. En ese sentido, si ya disfrutamos de las geniales interpretaciones de Odenkirk y Banks, en esta tanda de capítulos hay que destacar a un Michael McKean que borda su papel de Chuck. Ya podemos decir que lejos de ser un spin-off cómico de "Breaking Bad", estamos ante una serie con identidad propia que mantiene cosas en común en cuanto a estilo y estética. El mayor defecto de esta segunda temporada es que al último capítulo le falta algo para tratarse de un "season finale", pero por lo demás es una de las mejores series que se puede ver ahora mismo.
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