En la próxima entrada sobre series hablaré sobre "The Walking Dead", ahora que ha terminado la tercera temporada. Hasta entonces y aprovechando la "temática zombi", un buen aperitivo puede ser la miniserie de 3 capítulos de la BBC: "In the Flesh", que también terminó esta misma semana. Al parecer sus audiencias no han sido nada buenas. Una pena, porque en realidad la serie no está nada mal.
Estreno: 17 de Marzo de 2013.
Creador: Dominic Mitchell.
Actores: Luke Newberry.
Steve Evets.
Harriet Cains.
Steve Cooper.
Kenneth Cranham.
Duración: 56 minutos / 3 capítulos.
Género: Zombis, Drama.
Creada y escrita por Dominic Mitchell, "In the flesh" bien podría ser una película en lugar de una mini-serie, pero ya conocemos bien la moda de las series británicas que cumple a rajatabla el dicho de "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Antes de nada conviene aclarar que no estamos ante el típico producto sobre zombis centrado en la acción, escapar de ellos o aplastarles la cabeza. Nada más lejos.
(A partir de aquí, SPOILERS)
La serie no trata de un apocalipsis zombie sino de una sociedad post-invasión-zombie. Concretamente, la vida en un pequeño pueblo inglés especialmente sensibilizado con el problema y plagado de una especie de militares que formaron una "guerrilla urbana" contra los "pútridos" (como ellos los llaman). El protagonista, Kieren (Luke Newberry), es un chico tímido y callado al que conocemos en un centro de rehabilitación para ex-zombis. Así de friki, como suena. Cuando le dan el alta, sus padres se lo llevan de vuelta al pueblo, donde en un principio tendrán que esconderse para que sus vecinos más radicales no sepan que está allí. Poco a poco vamos conociendo a la familia, amigos y vecinos de Kieren y entendiendo como terminó siendo un zombie. Desde su hermana, que ahora es una militante más de las juventudes anti-pútridos del pueblo, hasta su mejor amigo, un militar que también vuelve siendo un no-muerto para desgracia de su padre, líder de los milicianos.
La serie va de menos a más. Empieza floja, sin saber muy bien por donde va a tirar. El segundo capítulo ya mejora y alcanza un ritmo que mantiene alto hasta el final, a medida que van cogiendo protagonismo varios actores secundarios y la historia no se centra única y exclusivamente en Kieren, que salvo alguna arrancada muy puntual es bastante soso. Puntos a favor: sin duda su originalidad y también la ambientación. Puntos en contra: cae en algún tópico (padres que no aceptan la realidad de sus hijos) e insinua sin atreverse a tocar abiertamente el tema de la más que posible homosexualidad de sus protagonistas. En resumen, un punto de vista distinto, bien ejecutado y que no ha tenido tiempo (ni audiencia) para estirar el chicle y estropearse. Mi nota es un 7,1.
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