La pasada madrugada terminó la cuarta temporada de "The Walking Dead" en la cadena AMC. La anterior reseña sobre la serie era general y hablaba de las 3 primeras temporadas, pero como ya ha sido renovada para una quinta, vamos a hablar de lo que ha dado de sí la última.
Estreno: 13 de Octubre de 2013.
Creador: Frank Darabont.
Actores: Andrew Lincoln.
Steven Yeun.
Chandler Riggs.
Norman Reedus.
Danai Gurira.
Melissa McBride.
Lauren Cohan.
Emily Kinney.
Duración: 16 capítulos de
45 minutos cada uno.
Género: Zombis, Thriller.
Mi nota: 5,5/10.
Creada por Frank Darabont y basada en los cómics de Robert Kirkman, aunque como ya comenté la otra vez, existen notables diferencias entre los argumentos. A medida que se acumulan las bajas de alguno de los personajes originales, se han ido incorporando y ganando protagonismo otros. En esta última temporada destacan 2 actores conocidos por participar en su día en "The Wire" (Chad L. Coleman haciendo de Tyreese y Lawrence Gilliard Jr. interpretando a Bob). La temporada se emitió en 2 tandas de 8 capítulos cada una: la primera de Octubre al 1 de Diciembre y la segunda de Febrero al 30 de Marzo.
(A partir de aquí, SPOILERS)
Habiamos dejado al grupo liderado por Rick Grimes (Andrew Lincoln) viviendo relativamente tranquilos en la prisión. Después de las bajas de Lori, Shane, etc.. Glenn (Steven Yeun), Carl (Chandler Riggs), Daryl (Norman Reedus) etc, se las apañan para defender el edificio de los ataques de los walkers, cultivar comida y en definitiva, vivir en lugar de sobrevivir.
Pero la tranquilidad dura poco o nada tras un apocalipsis zombi: primero una enfermedad con síntomas parecidos a la gripe acaba con unos cuantos muertos y después reaparece "el Gobernador" para atacar la cárcel con un nuevo grupo del que forma parte. Tras el parón, con montón de nuevas bajas y los protagonistas desperdigados por separado, la serie va retomando poco a poco el pulso para buscar nuevos horizontes: un objetivo común, en forma de señales de tráfico que indican que existe una especie de santuario donde la gente puede vivir si llegan a él, hará que unos y otros se vayan reencontrando más tarde o más temprano.
La serie sigue como siempre: con sus altibajos. Capítulos bastante interesantes (como uno dedicado integramente al gobernador, el mid-season finale antes del parón y los 3 últimos) se intercalan con otros tremendamente aburridos. Llama la atención que en alguno de los últimos pasen cantidad de cosas mientras que en otros no pasó absolutamente nada. No es la típica serie que vive de cliffhangers pero está siendo demasiaodo irregular. Sin llegar a su peor nivel (el de la segunda temporada) está yendo a menos.
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