Stockholm

Penúltima película que me queda por repasar de las 116 que he visto durante el pasado año 2014. Se trata de "Stockholm", una de las primeras películas españolas que logró los fondos necesarios para ser rodada gracias a un crowdfunding.   

 

Título original: Stockholm.

Estreno: Noviembre de 2013 en España.

Director: Rodrigo Sorogoyen.

 Actores: Javier Pereira.

Aura Garrido.

 Duración: 90 minutos.

Género: Drama /Romance.

Mi nota: 6,7/10.

Dirigida por Rodrigo Sorogoyen , que anteriormente solo había hecho otro largometraje ("Ocho citas") y varias series de TV ("Frágiles", "Impares" y "La pecera de Eva"). También escribe el guión junto con Isabel Peña, colaboradora habitual suya en algunas de esas series. La película ganó varios premios en distintos festivales, destacando el Goya a mejor actor para Javier Pereira.

 

(A partir de aquí, SPOILERS)

 

"Stockholm" empieza con un chico (Pereira) y una chica (Aura Garrido, a la que yo conocía de la estupenda serie "Crematorio") que se conocen una noche en una fiesta.

 

Al principio asistimos al típico ritual de ligoteo en el que él utiliza sus mejores armas para intentar llamar la atención de ella al mismo tiempo que ella intenta con todas sus fuerzas demostrar que él no tiene ninguna posibilidad. Sin embargo, la palabrería y la insistencia dan sus frutos y entre una cosa y otra van pasando la noche juntos por las calles de la ciudad. Al final, la chica cae y pasa la noche en casa del chico. En este punto, aprovecho para comentar que en ningún momento sabemos sus nombres. A la mañana siguiente, cuando despiertan, empieza una película completamente distinta.

 

De la primera parte me gustaron los diálogos y como hace que la ciudad de madrugada casi sea un personaje más. Pero lo mejor llega cuando la película cambia radicalmente el chip en el segundo acto. Cuando el retrato del cortejo deja paso a una tensión psicológica que se puede cortar con un cuchillo. Buenas interpretaciones de la pareja protagonista y una bonita fotografía mejoran el conjunto. Otro ejemplo de que con poca cosa se pueden hacer buenas películas.