Cualquiera que siga con cierta asiduidad el blog debería saber ya que el western es un género que me encanta. Tanto en el cine (las últimas de Tarantino, "The Salvation"...) como en la televisión ("Deadwood" o la misma "Firefly") y los cómics ("Loveless", "Trent"). El caso es que recientemente he decidido ver (en algunos casos por primera vez) algunos clásicos del género. Y el primero en caer sería "The Searchers" / "Centauros del Desierto" en España (ya se cometían atrocidades con la adaptación de los títulos en los años 60).
Título original: The Searchers.
Estreno: 16 de Junio de 1961.
Mayo de 1956 en USA.
Director: John Ford.
Actores: John Wayne.
Jeffrey Hunter.
Vera Miles.
Ward Bond.
Natalie Wood.
John Qualen.
Henry Brandon.
Duración: 119 minutos.
Género: Aventuras / Drama / Western.
Mi nota: 8,5/10.
Dirigida por el mítico John Ford y adaptada por Frank S. Nugent basándose en la novela de Alan LeMay. Como decía antes, decidí ver clásicos del western y "The Searchers" está considerada, sin duda, como una de las mejores películas y referentes del género.
(A partir de aquí, SPOILERS)
El veterano Ethan (John Wayne) regresa a la casa de su familia (su hermano, la mujer de este y sus hijos) tras años en los que ha estado en la guerra civil. Junto a ellos vive también Martin (Jeffrey Hunter), un chico en parte indio que adoptaron en su día y es como de la familia.
Al poco de llegar, los hombres del pueblo piden su ayuda para dar caza a unos indios y tanto Ethan como Martin salen con ellos. En realidad era una estrategia de los Comanches para atacar la casa de la familia, matar a todos y llevarse a Debbie, una de sus hijas. Empieza entonces una aventura que llevará a Ethan y Martin a perseguir durante años a los Comaches liderados por Scar (Henry Brandon). Ethan está acostumbrado a vivir sin un hogar pero Martin verá como los años sin contacto le hacen perder a su chica, Laurie (Vera Miles). Y para colmo, las diferencias entre uno y otro hacen que no esté nada claro lo que pasará si logran su objetivo y encuentran a Debbie.
Poco que decir aparte de lo obvio: obra maestra. Desde el primer plano hasta el último estamos ante un cine en estado puro por el que no pasa el tiempo a pesar de tener más de 60 años. Los planos desde dentro de la casa, el carisma del mítico John Wayne, la capacidad de John Ford para insinuar sin enseñar y hasta el final agridulce son parte de la grandeza de este género.
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