Título original: Black Mirror. Fifteen Million Merits.
Estreno: 11 de Diciembre de 2011.
Creador: Charlie Brooker.
Actores: Daniel Kaluuya.
Jessica Brown Findlay.
Rupert Everett.
Paul Popplewell.
Duración: 62 minutos.
Género: Drama, Ciencia-Ficción, Thriller.
Volvemos con "Black Mirror" y su segundo capítulo, "Fifteen Million Merits". Como la introducción sobre la serie ya está hecha en la entrada sobre "The National Anthem", paso a comentarlo directamente, así que...
(A partir de aquí, SPOILERS)
En esta ocasión la trama se situa en un futuro más o menos lejano en el que la gente vive en una especie de "Wii Sports". Me explico: duermen en unos cubículos cuyas paredes son pantallas y su "trabajo" consiste en pedalear en unas bicicletas estáticas, suponemos que para generar energía. En lugar de dinero, por el tiempo que pasan pedaleando ingresan créditos (méritos, de ahí el título) y con esos méritos pueden comprar cosas (pasando por caja para absolutamente todo, desde lo más básico como comer hasta lo más absurdo como saltarse la publicidad o poner guapo su avatar).
Por si el cuadro no era ya bastante terrorífico, el entretenimiento nacional es una especie de "Tú si que vales" con su jurado (hasta un Risto Mejide negro) y todo. La gente paga auténticas burradas solo por acudir al casting y quienes triunfan vienen a ser los ídolos de todo el mundo. En dicho contexto vive aburrido de la vida el protagonista (Bing / Daniel Kaluuya) hasta que conoce a Abi (Jessica Brown Findlay). Tras verla pedaleando, casualmente la escucha cantar y se enamora (de ella y) de su voz. Aunque ella en realidad no parece especialmente ilusionada con la idea, Bing se empeña en convencerla de que se presente al casting del programa y le paga la audición con sus créditos. Lejos de buscar el final feliz, el jurado humilla a Abi, que acaba convertida en una especie de actriz porno del futuro. Bing, sin amiga (ni amor) ni créditos, vuelve a empezar de cero y se machaca a pedalear en busca de venganza (sin duda la mejor parte del capítulo). Logra pagar otro billete para el casting y burlar a la seguridad del programa para presentarse ante el jurado.
El final no sé si definirlo como moraleja o algo desilusionante. El contexto, por momentos, recuerda un poco a "La Isla" del amigo Michael Bay, pero mucho más currado. En definitiva, tras la sorpresa que supuso el episodio piloto, "Fifteen Million Merits" logró satisfacer las expectaciones creadas y confirmó que estamos ante una gran serie. Mi nota para el 1x02 es un 7,3.
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