The Rider

Entramos en la recta final del año con una película que a pesar de ser del 2017 no se estrenó en España hasta el pasado mes de Septiembre. Se trata de "The Rider", que ha pasado bastante desapercibida. Al menos yo no sabía de su existencia hasta que me la recomendaron hace poco.

Título original: The Rider.

Estreno: 20 de Mayo de 2017 (Cannes).

28 de Septiembre de 2018 en España.

Directora: Chloe Zhao.

Actores: Brady Jandreau.

Tim Jandreau.

Lilly Jandreau.

Leroy Pourier.

Cat Clifford.

Tanner Langdeau.

James Calhoon.

Lane Scott.

Terri Dawn Pourier.

Género: Drama / Western.

Mi nota: 8,2/10.

Escrita y dirigida por Chloé Zhao, directora de origen chino. Ha ganado un montón de premios en diversos festivales (Cannes, Gotham, Hamburgo, Estambul..). Me ha gustado tanto que me he puesto a buscar su anterior película ("Songs My Brothers Taught Me") y me encuentro que la misma trata sobre una reserva india, así que no tardará en caer. Una gran peculiaridad de "The Rider" es que el reparto principal son personas que se interpretan a sí mismas. 

(A partir de aquí, SPOILERS)

Brady Blackburn (Brady Jandreu interpretándose a sí mismo) es una joven estrella del mundillo de los rodeos en Dakota del Sur. Después de sufrir una aparatosa caída, tiene una grave lesión en la cabeza y los médicos le obligan a dejar de montar.

La vida ya no era fácil para Brady antes del accidente. Su madre había muerto, su padre le da a la botella y su hermana Lilly es autista. Uno de sus mejores amigos y compañeros de profesión (Lane Scott) está medio paralítico después de un accidente (de coche en la vida real, en la película no estoy seguro de que lo mencionen por si cuela que fuese también en un rodeo). Ahora tiene que buscar un trabajo para ayudar en casa y pagar deudas. Su padre decide vender un caballo que para él es como de la familia. Brady se debate entre hacer caso a los médicos y empezar una nueva vida o bien pasar de todo y seguir haciendo lo que le gusta aunque le cueste la vida.

Un drama muy duro, sobre todo sabiendo que son hechos reales y los verdaderos protagonistas se interpretan a sí mismos. Destaca una fotografía impresionante de los paisajes de Dakota del Sur y el realismo que le da un reparto que difícilmente habrían superado con actores profesionales. Seguramente una de las películas del año, aunque mucha gente ni habrá oído hablar de ella.