Lo prometido es deuda, así que vamos con la segunda película de la sesión doble del pasado puente: "Carrie", el remake basado en la novela de Stephen King que ya llevó al cine Brian de Palma en 1976. Empiezo avisando de que no recuerdo absolutamente nada de aquella versión (intentaré volver a verla y reseñarla en breve) así que ahora mismo soy incapaz de establecer comparación alguna.
Título original: Carrie (2013).
Estreno: Octubre de 2013
(5 de Diciembre en España).
Director: Kimberly Peirce.
Actores: Chloë Grace Moretz.
Julianne Moore.
Gabriella Wilde.
Alex Russell.
Ansel Elgort.
Zoë Belkin.
Judy Greer.
Duración: 100 minutos.
Género: Drama / Terror.
Mi nota: 6/10.
Dirigida por Kimberly Peirce, conocida sobre todo por "Boys don´t cry", película por la que Hilary Swank ganó el Oscar a la mejor actriz en el año 2000. Como digo, prefiero volver a ver la original de Brian de Palma para hacer comparaciones.
(A partir de aquí, SPOILERS)
Carrie White (Chloë Grace Moretz) es la típica teenager tímida e introvertida que vive asustada a partes iguales por su religiosa madre (Julianne Moore) y por sus compañeras de clase. La peli empieza con una total declaración de intenciones en forma de escena del parto en el que nace Carrie: la madre, justo después de dar a luz, agarra unas tijeras e intenta acabar con el bebé.

El argumento, novela aparte, es bastante plano y se justifica única y exclusivamente por estar todo dispuesto para desembocar en la explosión final. Por su parte, Grace-Moretz interpreta dignamente a pesar de sobreactuar un poco al final. Julianne Moore, siempre correcta, da el contrapunto entre el resto de interpretes que, al ser teenagers, desentonan un poco más. Lo mejor: la orgía de sangre final y alguna escena especialmente dura. Lo peor: todo bastante predecible. En resumen: se puede ver y disfrutar, sobre todo si te gusta el género, pero no esperes ninguna maravilla. A falta de ver la otra, imagino que esta se queda a varios pueblos de distancia.
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