Uno de los primeros autores que me llamó la atención cuando empecé a leer cómics de forma habitual fue Brian Azzarello. "Joker", "Lex Luthor: Man of Steel", "Ciudad Rota", "El Diablo" y "Batman: El caballero de la venganza" fueron algunos de los primeros títulos suyos que leí, pero la obra mejor considerada siempre era "100 balas". En Junio de 2013 había conseguido hacerme con los 25 primeros números y escribí una reseña con la idea de hacer 4 en total. Aunque fueron saliendo nuevas ediciones, era complicado conseguir algunos números sueltos para completar los 100 y al final he tardado 6 años en hacerlo, pero cuando compré el último que me faltaba, he retomado su lectura y durante las últimas semanas he leído los 100 del tirón.
Edición original: 100 Bullets
#1 a #100 USA.
Año: 1999 a 2009.
Guión: Brian Azzarello.
Dibujo: Eduardo Risso.
Edición: Norma Editorial
hasta el número 50.
Planeta DeAgostini
del número 51 al 100.
Mi nota: 9/10.
Publicada en España en un principio por Norma Editorial. Después (en 2005) pasó a ser de Planeta DeAgostini al adquirir los derecho de DC (y por tanto del sello Vertigo). Yo tengo la primera mitad de Norma y la segunda de Planeta. Ahora (desde 2014) está reeditado por ECC en 10 tomos. Ganadora del premio Eisner a la mejor historia serializada y del Harvey a mejor guión, mejor dibujo y mejor serie. Dibujada en su totalidad por Eduardo Risso y con portadas de Dave Johnson.
(A partir de aquí, SPOILERS)
El agente Graves es un tipo misterioso que le ofrece a alguien un maletín. En dicho maletín hay un arma con 100 balas imposibles de rastrear y pruebas de la culpabilidad de otra persona en algún asunto que ha perjudicado seriamente la vida del receptor del maletín. Vamos, que lo que hace el agente Graves es darte carta blanca para matar a alguien que te haya jodido la vida de forma que el sujeto puede tomar libremente sin ataduras la peliaguda decisión de tomarse la justicia por su mano o no.
Con ese punto de partida, durante los primeros números vamos conociendo a infinidad de personajes que reciben la visita de Graves pero que más adelante irán teniendo distintos papeles en la trama final. Así, descubrimos que hay una sociedad secreta (llamada el Trust) formada por varias familias que dominan los destinos del mundo y utilizan a los llamados milicianos (agentes a las órdenes de Graves) como ejército y como forma de poner orden entre ellos. Pero en 100 balas nada es lo que parece al principio y todo es gris. Así, los enfrentamientos entre unos y otros terminan con traiciones dentro de las distintas familias, los propios agentes y, en definitiva, nadie puede confiar en nadie. A medida que nos vamos acercando al final, queda claro que para todos los implicados será difícil sobrevivir y solo lo harán los mejores.
El guión es una absoluta genialidad, eso ya lo dije tras leer el número 25 y lo repito (más convencido todavía) después de leer los 100. Empiezas a leer, te enganchas y no puedes parar. El dibujo encaja a la perfección con el estilo del cómic y Eduardo Risso lo borda también. La galería de personajes es interminable y la mayoría están bien construidos y resultan interesantes. Pero la mayor grandeza de "100 balas" es que la estructura del conjunto está perfectamente definida en todo momento, de forma que nunca baja el nivel. Te pueden gustar más unos personajes u otros, unas historias resultan más interesantes, pero la calidad es la misma, la historia es un todo. En los últimos números hay algunos momentos realmente impactantes. En definitiva, uno de esos cómics que si están considerados de forma unánime como obra maestra, es por algo, porque lo son.
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