Durante el mes de Septiembre, por unas cosas o por otras, no he visto muchas películas, así que hoy toca una que he visto hace tiempo pero que en su momento quedó sin reseñar. Se trata de "Olympus has fallen", traducida en España como "Objetivo: La Casa Blanca". Aprovecho para comentar que dentro de unas semanas (los días 21, 22 y 23 de Octubre) se celebra en los cines de casi toda España la llamada "fiesta del cine" con entradas a 2,9€.
Título original: Olympus has fallen.
Estreno: 22 de Marzo de 2013.
(10 de Mayo en España).
Director: Antoine Fuqua.
Actores: Gerard Butler.
Aaron Eckhart.
Morgan Freeman.
Rick Yune.
Dylan McDermott.
Angela Bassett.
Melissa Leo.
Radha Mitchell.
Duración: 120 minutos.
Género: Acción / Thriller.
Mi nota: 5/10.
Antes de nada nos ponemos en contexto: estamos ante una peli en cuyo cartel promocional aparece la casa blanca ardiendo y ondea una bandera americana. Vamos, que uno se sienta a verla esperando lo mismo que de "G.I.Joe" o una de la saga "The fast and the furious". Dicho esto , vemo que está dirigida por Antoine Fuqua , un director que tiene a sus espaldas películas respetables como "Training Day" y otras que, siendo comerciales, no estaban mal (como "The Shooter" o incluso "El Rey Arturo".
(A partir de aquí, SPOILERS)
Mike (Gerard Butler) es un agente del servicio secreto que se encarga de proteger al presidente de USA (Aaron Eckhart). Una noche, tienen un accidente de tráfico y logra salvar al presidente y a su hijo, pero la primera dama pierde la vida.
Años después, se produce un ataque terrorista a la casa blanca y Kang (Rick Yune, una especie de Cristiano Ronaldo asiático) secuestra al presidente dentro. Mike se verá envuelto y tendrá la oportunidad de redimirse. La película, por momentos, recuerda horrores a "La Jungla de Cristal" con Butler en plan Bruce Willis solo contra los terroristas y con la ayuda de Morgan Freeman al otro lado del teléfono. Está bien la introducción pero a medida que avanza se vuelve típica y tópica. El giro final tampoco resulta muy acertado y te queda esa sensación de "americanada" en plan "Independence Day" donde todo está justificado si al final triunfa el patriotismo made in U.S.A.
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