Paletos cabrones #1 Aquí yace un hombre

Primero fue "Scalped", después sus cómics de "Star Wars", "Lobezno", "Thanos" y más recientemente "Los Malditos" y "Thor". En poco más de un año, Jason Aaron se ha convertido en uno de mis autores preferidos, por no decir el favorito, hasta el punto de que sus obras ya ocupan un estante completo dentro de mi colección. Lo penúltimo suyo que he leído es el primer tomo (van 4 publicados) de "Paletos Cabrones", titulado "Aquí yace un hombre". Está en tiendas por 14,95€.

Título: Paletos Cabrones #1.

Aquí yace un hombre.

Edición original: Southern

Bastards #1 a #4 USA.

Año: 2014.

Abril de 2016 la edición

de Planeta en España.

Guión: Jason Aaron.

Dibujo: Jason Latour.

Edición: Rústica 128 páginas a color.

Mi nota: 8,7/10.

Digo lo penúltimo porque ya tengo "La herencia de la ira" en lista de espera. El dibujante de "Paletos cabrones" es Jason Latour, que también trabajó con Aaron en la serie de Lobezno y en algún número puntual de "Scalped". Mi única referencia suya era su participación en la adaptación al cómic de "Django".

(A partir de aquí, SPOILERS)

"Paletos Cabrones" habla del Sur de EEUU. En concreto, del estado de Alabama, de donde es precisamente Jason Aaron. Allí, en el condado (ficticio) de Craw, hay un equipo de fútbol llamado los Runnin´Rebs, entrenado por Euless Boss, el cacique del pueblo.

El protagonista de "Aquí yace un hombre", Earl Tubb, nació allí pero haría cualquier cosa para irse, incluso alistarse para ir a la guerra. Años después, siendo viejo, tiene que volver al pueblo con la intención de estar allí lo menos posible. Siempre a la sombra de su padre (el sheriff del pueblo 40 años antes), Earl es reconocido por un lugareño y tiene un incidente en un bar local. Cuando se las apaña para dar una buena paliza a los matones locales a las órdenes de Euless, estos se vengan con el lugareño, que termina muerto. Obviamente, la policía local (que también está al servicio de Euless), no hace nada para resolver el caso. Earl sigue queriendo largarse de allí con viento fresco, pero una señal se lo impide y termina haciendo lo que tiene que hacer.

Otra maravilla a incluir en la interminable lista de cómics brutales escritos por Aaron. Aquí habla de un tema que conoce, el Sur de EEUU, y lo hace con una crudeza y un realismo que asustan. El dibujo también está muy bien, aunque personalmente me gusta algo menos por el uso del color. En cualquier caso, habrá que seguir leyendo los siguientes volúmenes.