La película de hoy no merece dedicarle mucho tiempo ni esfuerzo. Esa que ves el típico día que no tienes ni tiempo ni ganas de hacer otra cosa y pones la primera película que encuentras al encender el disco duro, cuya duración encaja en tus planes en el supuesto de que termines de verla sin dormirte. En alguna ocasión te llevas una agradable sorpresa y están bien, la mayoría de las veces hay que darse con un canto en los dientes si cumple con su función de pasar el rato y otras veces, como pasa con "Aftershock" , el único consuelo es pensar que estamos viendo una comedia.
Estreno: 9 de Mayo de 2013.
Director: Nicolás López.
Actores: Eli Roth.
Andrea Osvárt.
Ariel Levy.
Nicolás Martínez.
Natasha Yarovenko.
Lorenza Izzo.
Selena Gómez.
Duración: 89 minutos.
Género: Horror, Thriller.
Mi nota: 2/10.
Quien no conozca a Eli Roth como actor (sobre todo después de su aparición en 2 películas de Tarantino como "Death Proof" y "Malditos Bastardos") le conocerá como director (las 2 entregas de "Hostel" o "Cabin Fever"). En esta ocasión produce y protagoniza, siendo el director el chileno Nicolás López. El resto del reparto serán conocidos en Chile (la mayoría aparecen en casi todas las demás películas del director) pero a mí no me suenan de nada. Por último, mencionar el cameo de Selena Gómez, que aparece 10 segundos rechazando el ligoteo de uno de los protagonistas en una discoteca. Papelón.
(A partir de aquí, SPOILERS)
La película tiene los típicos ingredientes del subgénero: pandilla de jóvenes juerguistas, cada uno con su rol bien definido (el megaguay, el tímido, el pesao encoñado con su "ex", la buenorra, la amargada hermana de la buenorra...), el incidente (en este caso un terremoto) y la supervivencia del grupo tras el incidente, o mejor dicho, ver como van palmando uno a uno. Desgraciadamente, "Aftershock" es tan mala que las 2 mayores motivaciones que uno tiene mientras la ve es que acabe pronto y que a poder ser mueran todos entre terrible sufrimiento. La pandilla es un auténtico coñazo, siendo imposible empatizar lo más mínimo con ellos. Las escenas previas al terremoto se hacen largas y cuando empieza la acción la cosa, lejos de mejorar, empeora.
Comentar, por ejemplo, una escena absolutamente lamentable: antes del terremoto suben por un teleférico tercermundista que parece que se va a caer en cualquier momento. Obviando lo poco recomendable que parece volver a subir por él después de un seísmo, lo hacen. Pero lo peor no es eso, sino la grotesca forma que tiene el director de mostrarnos la caída de la cabina. Se ve que se terminó el presupuesto de efectos especiales demasiado pronto. Lástima. Lo menos malo de la peli es el contexto final, con la gente demostrando (como reza el cartel promocional) que lo único más aterrador que el terremoto es la propia naturaleza humana. La gente tratando de salvarse a cualquier precio, pasando por encima de los demás y matando para sobrevivir. Pero hasta en eso falla la película, justificando (sin necesidad) la violencia final con una fuga de los reclusos de la cárcel (más preocupados de violar a una chica que de huir de un tsunami). Sobra decir que no la recomiendo en absoluto.
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