Sigo con el Festival Internacional de Cine de Gijón. El pasado Domingo, a las 5 de la tarde, tocaba ver "Les garçons et Guillaume, a table!" dentro de la sección oficial. No suele ser lo habitual, ya que soy más de los "géneros mutantes" o de ciclos como el del año pasado sobre el cine de terror francés, pero lo cierto es que en esta edición, entre unas cosas y otras, voy a ver hasta 4 películas de la sección oficial.
Título original: Les garçons et Guillaume, a table!
Estreno: 20 de Mayo de 2013 (Cannes)
previsto 28 de Febrero de 2014 en España.
Director: Guillaume Gallienne.
Actores: Guillaume Gallienne.
Diane Kruger.
Duración: 85 minutos.
Género: Comedia.
Mi nota: 6,1/10.
Escrita, dirigida y protagonizada por Guillaume Gallienne. Y no sé hasta que punto es autobiográfica. Se trata de un actor francés que escribió el guión y después ha tenido tal éxito en Francia con la obra de teatro en la que él interpreta a todos los personajes que terminó llevándola a la gran pantalla. En el cine se limita a interpretar al protagonista y a su madre. Y hace un breve cameo Diane Kruger ("Malditos bastardos").
(A partir de aquí, SPOILERS)
La película cuenta la historia, desde pequeño, de Guillaume. Se trata de una niña que ha nacido con el cuerpo de un niño, o de un niño que se comporta como una niña, o simplemente de un niño con mucha pluma, vaya usted a saber. El caso es que ya desde pequeño, su forma de comportarse hace que todo el mundo, incluida su familia, le traten como a una niña. Hasta el punto de que su madre, personaje fundamental, cuando la comida está lista llama a sus hijos con la frase que da título a la película.
Las peripecias de Guillaume son para morirse de risa desde el minuto uno. Con un punto extra en el caso de nuestro país porque nada más empezar la cinta, su familia lo manda de vacaciones a la que, según sus propias palabras, es la ciudad más fea de España (La Linea de la Concepción). Desde bailar sevillanas como una mujer, hasta apuntarse a un balneario para relajarse y terminar sufriendo una lavativa a manos de la Kruger, pasando por sus intentos de ligar en una discoteca gay, la película es muy, muy graciosa. A pesar de eso, en el fondo tiene una trastienda triste, primero por el rechazo de su padre, después por los desamores y finalmente por la actitud de la madre, objeto de total y absoluta admiración por parte de Guillaume que, sin embargo, es incapaz de comprender a su hijo. Mención especial para las apariciones "fantasma" de la madre en las situaciones más variopintas de la vida de Guillaume.
Para no ser mi tipo de película, reconozco que está muy graciosa y me gustó mucho la reflexión final.
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