The Last Dance

Ayer Lunes subieron los dos últimos capítulos de la serie del momento en Netflix. El documental sobre el reinado de los Chicago Bulls en la NBA en los años 90 titulado "The Last Dance". Emitida por la ESPN desde el 20 de Abril.

Título: El último baile.

Título original: The Last Dance.

Estreno: Jason Hehir.

Actores: Michael Jordan.

Scottie Pippen.

Dennis Rodman.

Phil Jackson.

Steve Kerr.

Toni Kukoc.

Karl Malone.

Duración: 10 capítulos de 60 minutos.

Género: Documental / Deporte.

Dirigidos por Jason Hehir. La serie se basa en material grabado durante toda la temporada en la que los Chicago Bulls ganaron su sexto y último anillo de campeones de la NBA (en la que al parecer los reporteros tuvieron un acceso especial para grabar cosas que hasta ahora no habían aparecido) y en entrevistas grabadas en la actualidad con todos los protagonistas.

(A partir de aquí, SPOILERS)

Los Chicago Bulls pasaron de ser una franquicia perdedora a ganar 5 anillos de la NBA en dos etapas, antes y después de la retirada temporal de Michael Jordan. En 1997, cuando iba a empezar la temporada, un cúmulo de circunstancias hacía previsible que aquella fuese la última temporada de aquel equipo.

El camino hacia el sexto y último anillo está contado de forma que durante los 10 capítulos vamos avanzando durante toda aquella temporada, desde los primeros partidos hasta el famoso tiro ganador contra los Utah Jazz. Pero a la vez, algunos capítulos están centrados en cada uno de los protagonistas (aunque Jordan es, obviamente, el centro de atención de todo el documental) y en cada uno de ellos se viaja al pasado en forma de flashbacks para contar como habían llegado a aquella temporada. Así, el segundo está dedicado a Scottie Pippen, el tercero a Dennis Rodman, el cuarto a Phil Jackson... hay uno centrado en la figura de Jordan como símbolo publicitario y popular, otro en sus aspectos más oscuros (abusón, adicto al juego, muerte de su padre), otro sobre su retirada para jugar al baseball y su retorno. También hay uno en el que, sin ser protagonista, se habla bastante de la figura de Steve Kerr, modelo a seguir entonces como jugador de rol y ahora como entrenador.

Para los amantes del baloncesto como yo, aunque la historia sea conocida en gran parte, sigue siendo una joya imprescindible. Hay momentos impagables en los que metieron la cámara en sitios increíbles, así como declaraciones muy jugosas en las entrevistas. Pero dejando el baloncesto aparte, creo que está muy bien rodado, con una estructura muy cinematográfica que hace que cada capítulo sea muy entretenido y lo pueda ver y disfrutar cualquier espectador no necesariamente aficionado al deporte de la canasta.