lunes, 9 de octubre de 2017

La autopsia de Jane Doe

Retomamos la actividad tras el habitual parón de Septiembre. Entrando en el último trimestre de este 2017, puedo afirmar que he visto menos cine que en los últimos años (no he cruzado la barrera de las 60 películas) y aun así tengo un montón sin reseñar. A finales de Enero vi "La autopsia de Jane Doe", que se estrenó hace exactamente un año en el Festival de Sitges y posteriormente en Enero en salas comerciales.

Título: La autopsia de Jane Doe.
Título original: The Autopsy of Jane Doe.
Estreno: 8 de Octubre de 2016 (Sitges).
10 de Enero de 2017.
Director: André Øvredal.
Actores: Brian Cox.
Emile Hirsch.
Ophelia Lovibond.
Michael McElhatton.
Olwen Catherine Kelly.
Duración: 86 minutos.
Género: Horror / Misterio / Thriller.
Mi nota: 7,5/10.

Dirigida por André Øvredal, noruego del que había visto "Trollhunter" (2010). La película ganó el premio especial del jurado en Sitges, además de otros festivales como Austin o Sheffield.

(A partir de aquí, SPOILERS)

Tommy (Brian Cox, "Braveheart", "Troya" o más recientemente las dos "RED") regenta una funeraria en un pequeño pueblo. Su hijo Austin (Emile Hirsch, "Lone Survivor" o "Speed Racer") aprende el oficio a pesar de que planea largarse del pueblo tan pronto como pueda.

Una noche, Austin tiene planeado salir con su novia Emma (Ophelia Lovibond, Carina en el UCM) pero un cadáver inesperado le obligará a posponer sus planes. El Sheriff del pueblo (Michael McElhatton, Roose Bolton en "Juego de Tronos") les lleva el cuerpo de una joven aparecido en la escena de un crimen, fallecida sin causa aparente y sin datos que permitan su identificación (de ahí el nombre del título). En plena tormenta, padre e hijo empiezan la autopsia de la misteriosa chica. Poco a poco, la cosa se irá complicando, pasando de pequeños detalles inquietantes que van encontrando a medida que examinan el cuerpo a cosas mucho peores.

Es habitual en el cine de terror que las películas vayan de más a menos, pero en este caso casi podemos hablar de dos películas distintas. La primera, brillante e inquietante, partiendo de un argumento muy sencillo, logra generar una atmósfera de tensión notable. La segunda, plagada de los tópicos del género, le resta valor al conjunto final. Muy bien interpretada por Hirsch y Cox. Las escenas de la autopsia son puro cine, lo de después, lo mismo de siempre: sustos y subidas de volumen. Pese a todo, recomendable.

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