miércoles, 20 de marzo de 2013

Persiguiendo Mavericks.

Hablar sobre una película "surfera" es hacerlo, inevitablemente, de "Le llaman Bodhi" (Point Break). Un clásico noventero homenajeado, sin ir más lejos, en la última película reseñada ("Hot Buzz"). A pesar de tener en común el tema del surf, en poco o nada se parece a "Chasing Mavericks", que cambia la acción por el drama. 
 
Título: Persiguiendo Mavericks.
 Título original: Chasing Mavericks.
Estreno: 23 de Noviembre de 2012.
Director: Curtis Hanson y Michael Apted.
 Actores:Gerard Butler.
Jonny Weston.
Elisabeth Shue.
Abigail Spencer.
Leven Rambin.
 Duración: 116 minutos.
Género: Drama, Deportes.

Basada en hechos reales y dirigida por Curtis Hanson ("L.A. Confidential" y "8 millas") y por Michael Apted (director de algún capítulo de "Roma" para HBO y de una de las entregas de las crónicas de Narnia), nos cuenta la vida de Jay Moriarty.
(A partir de aquí, SPOILERS)
Situada en California, cuando Jay (Jonny Weston) es un niño que vive con su madre ya que su padre (militar) les ha abandonado. Un día, viendo las olas, cae al agua y su vecino Frosty (Gerard Butler) le salva. Frosty es un veterano surfero y ahí nace la pasión de Jay por ese deporte. A continuación la peli da un salto temporal y vemos al niño convertido en adolescente responsable, que trabaja en una pizzeria y cuida de su madre mientras mantiene su pasión por el surf y empieza a destacar como el mejor entre los chavales de la zona. Un día, a escondidas, sigue a Frost en una de sus escapadas nocturas y descubre que un mito surfero (las grandes olas denominadas "Mavericks") es realidad. Tras darle bastante la turra, acaba convenciendo a su vecino para que le ayude a prepararse para esas olas y ahí empieza una relación casi paterno-filial entre ambos. Frosty no solo le entrena para el surf, sino también para la vida.
Aunque no destaca precisamente por su originalidad (lo del chico abandonado con padre ausente y madre problemática, el entrenamiento, los malos del barrio, la chica, etc) hay que darle mérito por estar basada en una historia real y los actores no están nada mal (mención especial a Abigail Spencer). Personalmente me esperaba otra cosa y me sorprendió de forma agradable. Emotiva, alegre y triste a la vez, es una de esas pelis que te invita a reflexionar y da una importante lección vital. Mi nota es un 6,7.

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